Dos, tres, 28 pasos

Nunca se enamoren de una mujer que lleve el rock en la sangre pero tema el ritmo de su propia batería.

Nunca se nieguen esa fuerza en el aire… ya no serán decorativos, así jamás a ella se lo puedan explicar.

No sé hacia dónde apuntar.

¿Techo? ¿CIELO? ¿Tierra? ¿El mar?

Hay menos sombras ahora, los huesos pueden cantar así yo no se los pida, siento el peso de la sangre cuando sonrío… veo a la gente inspirada pero me siento entre irritado e intrigado con sobre qué hacer revolución si el enemigo es TAN grande. Me dan ganas de fundir mis esperanzas en sueños del 90 y derivar mis hormonas nuevas al filo de un crédito, una paternidad de novela, una sonrisa liviana de monoriel hacia nubes y descarga tónica.

Quisiera no haber sido domado… quisiera que conocieras al tipo que va a cazar desde esta pieza hacia otros telescopios, quisiera haberme dado cuenta de tus códigos de afecto mezclados en las canciones… siempre fuiste demasiado para mí, ropa o no, siempre fuiste tú, siempre estaré sólo sin esa llama que das al sonreír.

Me enamoré de alguien que bailaba, me enamoré de alguien que reía, me enamoré de alguien satisfecha, de alguien plena, alguien que pensaba que mi voz era suficiente para toda su tabla química.

No voy a tener otro beso así y es mejor entenderlo ahora, no voy a ver el arco de una espalda llenarse de alabanzas y la noche se abrirá, pavimento y electricidad, a la no-misericordia.

Su sombra era extravío. Era palabra acabada en vocal, es decir, era llave y espacio.

Todas las mañas del mundo no le pretendían acortar la sombra… al verla se acortó el espacio entre los átomos, al verla me quedó ese espacio vacío de nunca poder invitar a una frase a cualquiera sin considerarme primero inútil… ese espacio se dilató con bengalas de fin de año.

Las aristas cortas, los dedos fuertes, el amor incesante y las mañanas… imagino que con voz luenga, después de todo una mujer con esa espalda tiene derecho a una espalda en tango o en Joy Division, no lo vamos a negar.

Ella tenia los ojos con forma de corazón de metal. Ella bailaba como si en otra vida hubiera sido un fragmento completo con los ojos pintados de azul.

Ella y su furia no están. Soy un hipócrita frente al espejo cuando digo que no extraño.

Mutantoide - La nueva Bagatela

Este texto fue tomado de aguaynotas con permiso del autor
para ser publicado por los editores de la Nueva Bagatela

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